En pos del mejor vino blanco, el mejor vino de las islas.
Buena intensidad en nariz, complejidad y refinamiento, algo de almendra dulce, fresco, buen cuerpo. El fondo mineral y algun matiz vegetal es un todo fino y armonioso. Vino para tragos y ratos.
En pos del mejor vino blanco, el mejor vino de las islas. Buena intensidad en nariz, complejidad y refinamiento, algo de almendra dulce, fresco, buen cuerpo. El fondo mineral y algun matiz vegetal es un todo fino y armonioso. Vino para tragos y ratos.
La naturaleza es la base esencial del estilo determinante, neoclásico si se quiere, de este nuevo arrebato de carácter único que afronta Victoria Torres Pecis, Matias i Torres.
Convertir las formas naturales en emociones, en un orden nuevo e inmediato, capaz de impulsarse así mismo, en eso que no sabremos lo siguiente si no lo pruebas.
Y no te conformes con lo que sientas, mañana, la próxima añada, esto puede cambiar, volver a empezar. Ese es el espíritu.
Los vinos son cristalinos y contundentes, brillantes y sedosos, intensos y punzantes, pletóricos, con una onda expansiva descomunal, de tierra y mar, mágicos y vulnerables…
Va a tardar un tiempo que algunos vinos y sus bodegueros salgan del letargo de su establishment* para expresar lo que los vinos de Matías i Torres derraman en las copas. Tecnicamente, pureza. Esquisitez.
Son vinos que plasman forma y color, sin aspirar al relieve (Hokusai, Arte japonés). Todo puede ser.
(*Con PepeJuan, durante la línea continua de impresiones que estos vinos nos producían).