Los vinos blancos canarios son imprescindibles. Distinguidos, puros. Son algo mas que caracter varietal, son perfectos cuando tienen potencia y densidad.
Los dos vinos son autoritarios, imponen criterio. Canarias es un gran terroir y hay que trabajarlo lentamente, pausadamente, la fruta no se desvanece, el sol es una rutina que acaricia la piel de la uva y la acidez no está reñida con el proceso final, es latente, es un gran trofeo, el culmen. Esto marca mucho, es un excepcional terruño, suelos primitivos, arcaicos, pobres, sufridos, vigorosos y exclusivos en ocasiones. Mucha temperatura, mucha calidez y la costa a dos palmos.
Los Tabaqueros (Listán blanco, Vijariego, Gual, Sabro, Malvasía Aromática) , Los Llanos Negros, es un vino recien salido. Un 2006. Creánlo. La visión del vino de Carlos Lozano, sus tendencias, las referencias que dan del terreno que alberga este viñedo, el apodo y sus limitaciones son de espectáculo, sumergida en su gran complejidad las fragancia que vamos descubriendo, el color hundido en ambar cremoso ligero, es un show abierto. Una potencia y sensaciones que van a cautivar inmediatamente. Rasgos alimonados, fruta guardada en suave bienmesabe. Es extraño, te atrae sus recuerdos a tabacos sobrios, punzantes, con una fruta muy compotada, pieles ácidas, semillas amargas, redondo y largo…Flamboyant!
Diego, viña vieja, suelo pobre, Matias i Torres, es nitidez, atractivo, con una contundencia de aromas plena de matices, una tremenda abundancia de fruta y una buena acidez. Es todo caracter y personalidad. Calidez y estructura en boca con amplios e intensos sabores. Da gusto diseccionar estos vinos. Presientes subsuelos, litorales, puñados de tierra, salinidades, imposible resistirse al mano a mano.
Paisajes y permanencias. El nuevo mundo ya está aquí.
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