Castillo Solórzano, en su novela Lisardo enamorado, inserta el romance que comienza “A la sombra de una parra” con alusión inicial a Juan de Esquivias…
Érase el hombre más diestro
en tabernas de la plebe…
y sin ser duque en Veraguas,
fue Colón de los luquetes…
En ser pasados por agua
hasta los huevos le ofenden…
Agua de zarza repudia
por más que se la receten.
No quería ver aguas, y descubrría luquetes, es decir lugares donde despachaban vino con rodajas de limón o naranja, para dar este sabor al vino, no queriendo tampoco saber nada del agua de zarza.
Inspirado en relatos de texto y leyendas o invenciones; una nota de cata te inspira, es la magia.