Longeroies 2016 JJ 2017 Vincent

La Maison Romane Marsannay Longeroies 2016
JJ 2017 Vincent

Qué krimildad, la Borgoña tuvo que seguir siendo Nibelunga, de Chablis a Beaujolais, pero hay que pasar por el tinto,
por las ciruelas y cerezas de este Marsannay, con buena textura, delicado y refinado, sabroso y equilibrado.

Un delicioso bouquet de especias, con toques de cafe y licorizados, y profundo final mineral con higos y ciruelas.

Hay vinos que, como las películas, estan hechos de una serie de momentos, de la suma de momentos muy pequeños de verdad.
Una elipsis que pasa de la ficción a la realidad. Luego, nosotros, bebiendolos, nos abrimos a la revelación final de sus autores, asumimos sus esquemas mas o menos exactos o previstos. El vino, entonces, existe, podemos enamorarnos de su puesta en escena, de su apariencia, de su expresión.

JJ Vincent nos lleva a cítricos, manzana y melocotón con una fina combinación de aromas de tila, la ortiga y recuerdos de heno.
Los fondos minerales, finísimo grafito, pólvora y ese salto a la miel o caramelo, es complejísimo para este chardonnay donde los toques de frutos secos estarán presentes un largo tiempo.
Compacto y con carácter en boca.

Cruz 2018

Cruz 2018 Monte Lentiscal

Yo he leido fragmentos, artículos de Egea, pequeños trazados intelectuales, reflexiones, aunque a veces con vinos en vaso, incluso en Paris,  bajo los puentes, con algun clochard, directamente del tetrabrik, la tauromaquia de Goya, ahora que es debate entre canelones y fideuas, el subproletariado,
el visitante alienado, el emigrante (alguan cita a Tamames, azote de progres). La palabra va unida al vino y a veces desbarramos pero queda el emoticón de lo bebido.

Qué Cruz! Está en aquella fase que nos dejó Del rosa…al amarillo. Lo volveriamos a hacer, lo bebemos de nuevo. Y es mas contundente, serio, es más tabaco negro fino, el cedro, y la pimienta negra molida, le das un poco de oxígeno para penetrar en la cereza e iluminas los sabores a frutas,  y mas bayas si buscas entre las pausas. Luego vuelve el aroma floral que recuerda las violetas. Es largo. Perdura.

Akaet Volcán de la Corona 2019

Juan Daniel Ramirez y Marta Labanda

Akaet es como un signo, un símbolo Zen, “Cada uno lleva dentro de sí un Buda, que le espera“.
Es potente e intenso, aromas de melocotón maduro, pera, membrillo, toronjas, tostada de miel con pan y notas de nueces. Y de igual intensidad la tierra que rezuma desde lo profundo, es piel y tierra humedecida, salino y verde sin llegar a menta.
Un favorito en casa.

©2021