La Landonne.
Beber shiraz es comprometerse con la elegancia de los aromas a finales de primavera, cuando las flores han dejado su carne radiante y se transforman en sutiles notas de polen y perfume volatil. Es un ungüento provocador para embadurnar el cuerpo de estos vinos, deliciosamente largo, jugoso, un sabor alquitranado a veces y la buena complejidad aromática que mencionamos.
Beaucastel o la garnacha española o la monastrell de Levante o de Murcia, al querer saboreando de Las Gravas de Castillo (es que hay que homenajear este vino) arropada por notas de regaliz, especias, manzana roja algo sancochada, estructura 100% hincada de profundidad y estilo, da gusto saborear un vino mediterráneo de huerta norteña, rodanense, complejo y que seduce por mucho rato, grosellas, tabaco, acidez más que tesis…
Más estilos es posible, el intervalo es un punch bien encajado, evidente barrica, largo y laberíntico buquet que fascina…
Había otros vinos pero tambien hay otros momentos.