Matias i Torres, Llanos Negros. Listán blanco.
Me gusta el lenguaje de Sagantini. En su aspecto concreto. Lo podemos
transportar al vino. El vino necesita un lenguaje nuevo, una continua
vibración, saltar de lo simbólico y decorativo a lo mas intimamente
emocional. Buscar expresividad.

Y aqui los tenemos. Comienzan ya. Otrora han destacado las fuertes apuestas por
un consorcio de intereses, han hecho llamadas a los bardos del vino, los
libertadores de masas gregarias, han recogido tradiciones y las han
convertido en figuras cuantificantes…

No hay vino, tan solo números.

Hay que ofrecer espectáculo al público, no a los expertos.
Aqui me gustan sus tiempos, su evolución, son vinos que nacen para envejecer.