Naturaleza o verdades sobrenaturales?
Nos hemos criado con garnacha y tempranillo, de Calatayud a Haro, de la tasca de nuestros mayores a la mili con los vinos de los Monegros, a los Prioratos… al vino de Jumilla y al fino del Puerto.
Supongo que los canones que marcan la cultura del vino nos indican que hay una química entre terruño, las variedades de uvas y el saber hacer del viñador.
Nos entregamos a ellos. El vigneron, como dicen los eruditos, y nuestro bodeguero favorito, como nos sienta mejor.
Ha sido un buen descubrimiento poder probar varios vinos en una secuencia prolongada, con intervalos breves pero muy elocuentes. Enamorarse de nuevo de esta garnacha dura, romantica y pertinaz.
Petit Gañan tiene un alto nivel de comodidad, como si hubiera mucha gravedad, franco en el paladar y con expresiones de ciruela y hierbas, muy peculiar, atractivo…

Le Petit Gañan

Le Petit Gañan

La Matriarca

La Matriarca, Cebreros, Garnacha

Grand Gañan ofrece una nariz de frutos rojos maduros con una punta de licor de especias y herbáceos, algunas notas a tierra, caza, puede que sea chocolate una dulzura en el postgusto, profundo final.
La Payana es fruta y especias, ligero, equilibrado y suave, con un tono tánico, amplio y complejo. Muy de sensaciones en lo retronasal, mucho recuerdo a fruta roja y bayas con una acidez que lo alarga…
La Matriarca es compota. Es una finura de vino, redondo, suavísimas notas de fruta roja, especias, largo, con un toque mineral que lo hace compacto en boca, con mucho carácter…

Todo aqui, en Cható Gañán, las influencias continentales y ese centro peninsular, la garnacha discurre valiente. Nos ha gustado, en vivo y en directo.

Grand Gañan

Grand Gañan, Cebreros, Garnacha

La Payana

La Payana, Cebreros, Garnacha